EJEMPLO TASACIÓN. SANTIAGO PEREGRINO

1. FOTOGRAFÍAS

Fig. 1 Santiago Peregrino Leyendo. Anónimo flamenco,  Astorga (León), finales del s. XV – primer tercio del siglo XVI. Sala  5, Museo de los Caminos. Fotografías © Imagen MAS/Santiago Santos.

2. NÚMERO DE INVENTARIO
Museo de los Caminos. Número de inventario: PG/16/560.

3. DENOMINACIÓN DEL OBJETO

Santiago peregrino.

4. CLASIFICACIÓN

Anónimo flamenco. Finales del s. XV – primer tercio del siglo XVI.

5. PROCEDENCIA

Museo de los Caminos (Astorga, León), 1970. Donación del Obispo Dr. Briva Mirabent.
Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad (Turcia, León).

6. MATERIAL

Madera de roble.

7. TÉCNICA

Tallado, policromado, estofado y dorado/plateado al agua.

8. MEDIDAS

107 x 40 x 32 cm.

9. DESCRIPCIÓN

Escultura de bulto redondo en la que se representa al Apóstol Santiago como peregrino. Se le ha interpretado siguiendo la tradición, como un hombre de mediana edad, barbado y con el cabello sobre los hombros. Porta como atributos un sombrero de ala ancha doblado en la parte frontal y decorado con una concha (elemento más representativo), el libro de la Palabra de Dios  y un bordón con nudos.

El apóstol muestra una actitud serena y meditativa. Centra toda su atención en la lectura del libro que sostiene con la mano izquierda mientras que la derecha, con la palma extendida y los dedos describiendo en X. El bordón con nudos o macollas carece de su parte superior, que rebasaría el hombro, se reclina y apoya sobre su costado izquierdo, formando una diagonal, acentuando el contrapposto que dota a la figura de un dulce movimiento. El pie izquierdo, desnudo y peregrino, se encuentra ligeramente adelantado dando la sensación de caminar. Todo ello sobre una pequeña peana, tratada a modo de terreno abrupto, que aporta estabilidad a la escultura.

La cabeza, coronada con el sombrero de peregrino,  se encuentra levemente inclinada hacia la izquierda, con los ojos almendrados, grandes y parcialmente cerrados, apuntando hacia el libro. Las negras cejas, que forman parte de la policromía, a su vez dibujan una línea con la nariz, esto se contrapone con el tratamiento del cabello y barba, ambos fundidos en un amplio volumen compuesto por mechones rizados con multitud de ondulaciones que descienden simétrica y rítmicamente hasta llegar a los hombros y pecho. La túnica y la capa, a modo de palio,  se encuentran compuestos por diversos plegados, suaves y poco naturales, decorados mediante un estofado muy simple de motivos vegetales sobre colores verdosos y azulados. La parte trasera de la escultura únicamente se encuentra desbastada, a su vez, presenta dos anclajes.

La mayor parte de la policromía, la cual presenta un estado de conservación óptimo, se encuentra tratada mediante dorado y plateado al agua. Se utilizó pan de oro para cubrir la barba, el cabello, la concha del sombrero, los nudos del bordón y el libro, así como para realizar los estofados de las vestiduras, en este caso, combinados con pintura al temple. Por otro lado, se empleó pan de plata en el sombrero y en el bordón, exceptuando la concha y los nudos respectivamente. Actualmente el pan de plata se manifiesta con el color gris oscuro característico de la plata oxidada. Las carnaciones, peana, rostro y manos, fueron realizados mediante pintura al óleo.

10. ESTADO DE CONSERVACIÓN

La talla fue restaurada por la empresa PROCESO ARTE 8 C.B[1]., bajo encargo del director del Museo de los Caminos a principios del 2004, con motivo de su exhibición en la exposición Las Edades del Hombre: Testigos, en la Catedral de Ávila, durante los meses de mayo – noviembre de ese mismo año.

El estado de conservación que presentaba la talla, Santiago Peregrino Leyendo, en líneas generales, podría señalarse de malo. La obra presentaba un proceso de degradación alarmante y casi irreversible. La madera se encontraba muy debilitada debido a una degradación de la lignina, que dejó libres a las fibras de la celulosa facilitando su desprendimiento, acrecentado por el ataque de insectos xilófagos isópteros, que escavaron galerías en el interior de la misma, rompiendo su estructura y convirtiéndola en materia muerta. Otro de los principales problemas fue la gran acumulación de suciedad superficial, materializada en forma de polvo y residuos ambientales, distribuida por toda la superficie de la obra. Así como las grietas causadas por la higroscopicidad de la madera, provocando cambios dimensionales que dieron lugar a la aparición de las mismas.

Esta situación se encontraba agravada por una intervención deficiente la cual había sufrido la pieza unos años antes. La suciedad superficial se encontraba adherida y compactada con una capa de protección de Paraloid B72. También se realizó una consolidación estructural utilizando una masilla no apta para dicho fin. Por otro lado, el conjunto estratigráfico se encontraba descohesionado, con numerosas pérdidas y levantamientos, además de desgastes en las diferentes capas de la policromía, dorados y preparación. El barniz antiguo presentaba un alto grado de oxidación. Por último, los daños referentes a la policromía sufrieron reintegraciones cromáticas mal resueltas, pues se encontraban aplicadas de forma irregular, no respetaban el espacio de la laguna y ni siquiera se ajustaban cromáticamente al matiz original.

La restauración realizada en 2004, en primer lugar, consistió eliminar todos los tratamientos realizados en la intervención anterior. Se comenzó con la eliminación de la capa de Paraloid B72, ya que actuaba de barrera sobre la superficie original de la obra. Simultáneamente fue necesario ir realizando una primera fijación de urgencia de los estratos de la policromía con peligro de desprendimiento. En esta fase también se aprovechó para retirar la masilla, suciedad superficial y otras sustancias aglutinadas y compactadas con la resina. Con esta fase de limpieza se consiguió la recuperación de los colores y brillos originales de la obra. Una vez que estuvo la superficie limpia se ejecutó un tratamiento preventivo-curativo que consistió en la impregnación de la madera con un biocida a base de permetrina contra de ataques de insectos xilófagos y otros agentes biológicos dañinos. A continuación, se consolidó todo el conjunto estratigráfico y se continuó con un tratamiento clave, la consolidación de la madera, se llevó a cabo mediante la inmersión de la pieza en Paraloid B72 disuelto al 15% en xileno. Este tratamiento se completó rellenando a bajo nivel las zonas más debilitadas del soporte ligneo y grietas con Araldit Madera HV-SV 427. La reintegración cromática se resolvió mediante la utilización de colores al agua utilizando técnicas de abstracción cromática y de este mismo modo se reintegraron las zonas en las que se aplicó el Araldit Madera HV-SV 427 simulando el tono de la superficie original. Por último,  se aplicó una disolución de resinas sintéticas en medio orgánico, a modo de protección, con la ayuda de una brocha, en la proporción brillo-mate adecuada para no alterar el aspecto original de la obra.

La pieza actualmente presenta un estado de conservación bueno, ya que tras la restauración el Museo de los Caminos se encarga de la conservación preventiva manteniendo de este modo todos los tratamientos realizados en la restauración.

La siguiente ficha refleja el estado de conservación actual de la obra. Únicamente se han completado los campos acordes con la información obtenida de visu a través de las fotografías. No obstante, a la hora de la elaboración de la misma se han contemplado todos los aspectos que se han de tener en cuenta a la hora de realizar una evaluación sobre el estado de conservación de una obra en la que se ha utilizado como material constructivo madera.

[1] Información aportada por la empresa de restauración PROCESO ARTE 8 C.B.

[2] Equipo de trabajo formado por: Mª Rosa de la Puente Rico, Mª Luisa Dubois Guinea,  Mª Luisa Castillo Vela y  Antonio Morales Bayo.

Tabla 1. Esquema del estado de conservación de la obra Santiago Peregrino Leyendo.

11. FIRMAS / MARCAS

La pieza no presenta firmas/marcas.

12. INSCRIPCIONES

La pieza no presenta inscripciones.

13. EXPOSICIONES

  • Santiago de Compostela. 1000 ans de pèlerinage européen, Gante, 1985.
  • Encrucijadas, Astorga, 2000.
  • Testigos, Ávila, 2004.

14. BIBLIOGRAFÍA SOBRE A PIEZA

  • ALMANZA, M. [consulta: 4 abril 2020] Dos obras del Museo de los Caminos serán expuestas en Las Edades. Recuperado de: <https://www.diariodeleon.es/articulo/cultura/obras-museo-caminos-seran-expuestas-edades/20040401000000709825.html>.
  • CASADO, E. Palacio de Gaudí. Astorga. Museo de los Caminos, León: La crónica 16, 1993, pág. 26.
  • GONZÁLEZ, O. El libro de las Edades del Hombre. Obras Maestras, Barcelona: Alhena Media, 2009, pág. 168.
  • LLAMAZARES, F. Museos de León y Provincia, León: Editorial Nebrija, 1985, pág. 167.
  • MARTÍN, J. I.; REGUERAS, F; DE LA MATA, J. C. Los Caminos de Santiago y la Iconografía Jacobea en el Norte de Zamora, Benavente: Centro de Estudios Benaventeanos, 1994, pág. 33.
  • RIVERA, J. El Palacio Episcopal de Gaudí y el Museo de los Caminos de Astorga, Valladolid: Museo de los Caminos, 1985, pág. 109.
  • AA. Las Edades del Hombre: 25 años construyendo identidad, Valladolid: Fundación de las Edades del Hombre, 2014, pág. 94.
  • AA. Las Edades del Hombre: Encrucijadas, cat. exp., Valladolid: Fundación de las Edades del Hombre, 2000, pág. 271.
  • AA. Las Edades del Hombre: Testigos, cat. exp., Valladolid: Fundación de las Edades del Hombre, 2004, pág. 98.
  • AA. La paz y la Guerra en la época del Tratado de Tordesillas, Madrid: Electa, 1994, pág. 198.
  • AA. Santiago de Compostela. 1000 ans de pèlerinage européen, cat. exp., Gante: Crédit Communal, 1985, pág. 351.

15. ESTUDIO

Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo, nació a las orillas del lago Genesaret en Betsaida o Cafarnaún. Procedente de una familia de pescadores, tras la milagrosa pesca del lago Genesaret fue admitido como apóstol de Cristo. En el año 42 fue decapitado por el rey Agripa I convirtiéndose de este modo en el primer apóstol que murió mártir. En el s. VII surgió la idea de que había proclamado el Evangelio en España, de este modo su cuerpo fue hallado en Finisterre durante el reinado de Alfonso II (791-842).

El nacimiento de las peregrinaciones para venerar reliquias, primero con alcance regional y posteriormente internacional, ha convertido a Santiago de Compostela en meta final de millones de personas a lo largo de la historia. De los distintos caminos jacobeos destaca por antonomasia el camino francés, el cual se encuentra dotado desde antiguo de una infraestructura de apoyo al caminante así como de una actividad artística de primer orden. Muestra de ello es la escultura objeto de estudio, la cual se encuentra actualmente en el Museo de los Caminos de Astorga gracias a un obsequio al Obispo Dr. Briva Mirabent en 1970. No obstante, cabe destacar que proviene de la Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad en Turcia  (León), localidad que se encuentra a escasos kilómetros de dicha ruta. Por lo tanto, no es casualidad que se represente a Santiago como peregrino con todos los atributos propios de esta iconografía, ya comentados en la descripción. Estilísticamente la pieza pertenece al último capítulo de la escultura gótica flamenca o incluso al hispano-flamenco.

El éxito y esplendor de los Países Bajos se remonta al s. XIII, en el que se mejoraron los métodos tradicionales de cultivo, lo que aumentó la productividad y producción agrícola, y esto, desembocó en un crecimiento de los centros industriales y urbanos, se pueden destacar ciudades como Brujas, Bruselas, Gante, Malinas o Amberes. La población de estas ciudades comenzó a manufacturar objetos de gran calidad, consecuencia de la gran división y especialización del trabajo y de los controles llevados a cabo por los diferentes oficios. La alta calidad de las piezas, agravada por un coste relativamente bajo, atrajo a muchos comerciantes. Durante los ss. XV-XVI tapices, tejidos, pinturas, esculturas y retablos se enviaban a toda Europa por tierra y mar. En el caso español, bajo el Imperio de los Habsburgo las relaciones comerciales entre la Península y los Países Bajos se intensificaron. España abastecía a los Países Bajos de lana castellana de alta calidad. Se tiene documentado que las caravanas de comercio creadas para el transporte de dicha materia prima volvían cargadas de objetos suntuarios, así como acompañadas de artistas flamencos, se puede destacar el caso de los escultores  Gil de Siloé (1440-1501) o Guiot Beaugrant (c. 1495-1549).

Centrándonos en el campo de la escultura, como ya se ha comentado, se requería para la confección de las mismas que se asociaran  diferentes artistas-artesanos. El escultor se ocupaba de la talla de la madera y posteriormente especialistas en el oficio, doraban por completo las esculturas de madera y las policromaban. En la talla imperaban la rigidez y el hieratismo, los rostros inexpresivos, la representación de pies descubiertos, el tratamiento de los diferentes volúmenes del pelo formando ondulaciones simétricas y acaracoladas, las cabezas voluminosas y los ropajes conformados por plegados rígidos, acantonados y angulosos. Una vez concluida la labor del escultor intervenían los doradores y policromadores. En primer lugar, aplicaban una capa de color blanco a modo de imprimación sobre la que se sobreponía la greda, una capa grasienta de color rojo anaranjado. Posteriormente las partes visibles al espectador se decoraban con láminas de oro, técnica dominante en las esculturas. Entre las técnicas decorativas utilizadas para adornar la superficie dorada destaca el estofado, dibujos sobre el dorado. Se realizaban con un objeto puntiagudo mediante la técnica del esgrafiado, que consistía en cubrir el dorado con una espesa capa de pintura sobre la que posteriormente se rascaba el motivo decorativo seleccionado, apareciendo debajo un motivo dorado sobre un fondo coloreado. La parte dorada se cubría con una capa de barniz transparente que aportaba más brillo.

Durante los ss. XV-XVI la mayor parte de retablos y esculturas se realizaron en el ducado de Brabante, concretamente en las ciudades de Bruselas, Amberes y Malinas. Esto se sabe porque, como ya se ha apuntado, los diferentes gremios controlaban la calidad de los materiales utilizados, como la madera, las láminas de oro y policromía, y cuando estos cumplían las normas de calidad se pirogrababan con una marca que garantizaba al comprador que la pieza tenía el valor que pagaba por ella. A partir de 1454, en Bruselas se utilizó un martillo para la calidad de la madera y la palabra BRUESEL o B para la calidad de las láminas de oro y policromía. A partir de 1470, en Amberes se utilizó una mano para la calidad de la madera y el escudo de armas de la ciudad para la calidad de la policromía. En Malinas se utilizó el escudo de armas de la ciudad para la calidad de la madera y  la palabra Mechlen o M para la calidad de la policromía.

Como consecuencia de la enorme red de comercio que había entorno a los Países Bajos, desde época histórica, se pueden encontrar obras con las características propias de la escultura flamenca de los siglos XV-XVI en iglesias y catedrales de toda Europa. Actualmente algunas de estas piezas han pasado a formar parte de colecciones museísticas, como es el caso de la obra objeto de estudio. Como pieza similar a la estudiada se puede destacar el Santiago Apóstol que se encuentra ubicado en la Catedral de Santa María de la Huerta en Tarazona realizado hacia 1479 por un artista anónimo flamenco (Fig.2). Dejando de lado el hieratismo y rigidez de la figura se pueden apreciar similitudes en la iconografía, en la morfología del rostro, en la composición y disposición de la barba, en la composición y pliegues de los ropajes o  en el uso abundante del dorado. Las mismas similitudes, aunque de una calidad notablemente menor, son apreciables en el Santiago peregrino que alberga el Museo de las Peregrinaciones y de Santiago en Santiago de Compostela realizado entre 1476-1525, del mismo modo que la anterior, por un escultor anónimo flamenco (Fig.3).

Una pieza similar se conserva, al igual que la estudiada, en el Museo de los Caminos de Astorga realizada durante el s. XVI (Fig.4). Aunque ha perdido buena parte de la policromía además de la mano derecha que sujetaría presumiblemente el bordón, la obra presenta paralelismos muy evidentes con la estudiada. Se pueden destacar la iconografía, el volumen de los plegados, el contrapposto, la morfología de cara y barba o la desnudez y disposición del pie derecho.

Se destaca también el caso del Santiago peregrino que se conserva en el Museo de León realizado en el s. XV por un artista anónimo hispano-flamenco (Fig.5). Al igual que la pieza anterior, presenta un estado de conservación precario, ha perdido buena parte de la policromía además de la mano derecha que sujetaría el bordón. Este referente quizá es el que más diste de la obra estudiada, pues como similitudes únicamente se puede apreciar la iconografía, el contrapposto y los ropajes conformados por plegados rígidos, acantonados y angulosos.

Fig.2 Santiago Apóstol.
H. 1497.
Anónimo flamenco.
Catedral de Santa María de la Huerta (Tarazona, Zaragoza).

Fig.3 Santiago peregrino.
1476-1525.
Anónimo flamenco.
Número de inventario: D-165.
Museo de las Peregrinaciones y de Santiago (Santiago de Compostela).

Fig.4 Santiago Apóstol.
S. XVI.
Anónimo flamenco.
Museo de los Caminos (Astorga, León).

Fig.5 Santiago peregrino.
S. XV.
Anónimo hispano-flamenco.
Número de inventario: 0012.
Museo de León (León).

Es indudable que la escultura objeto de estudio presenta muchas de las características técnicas propias de la escultura flamenca de los ss. XV-XVI. Esto es apreciable en la cejas negras que forman parte de la policromía y a su vez dibujan una línea con la nariz, en el tratamiento del cabello y la barba, ambos compuestos por mechones rizados con multitud de ondulaciones que descienden simétrica y rítmicamente, en la túnica y la capa, a modo de palio, compuestos por plegados poco naturales, además de la decoración realizada mediante un estofado muy simple de motivos vegetales sobre colores verdosos y azulados, en la desnudez de su pie derecho y en que prácticamente la totalidad de la figura ha sido recubierta de láminas de oro y plata. No obstante, el contrapposto y la actitud serena y meditativa dejan de lado las fórmulas representativas propias del gótico flamenco y se adentran tímidamente en la búsqueda del renacimiento.

También es indudable la excelente calidad de la escultura, la historiografía tiende a catalogar las obras localizadas en el territorio nacional de una calidad similar a la estudiada como flamencas y las de calidad menor como hispano-flamencas. No obstante es incuestionable que debido a su calidad ha sido realizada por un artista flamenco o con formación flamenca. La localización primigenia de la pieza, la Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad en Turcia, invita a pensar que pudo haber sido realizada en los Países Bajos y haber sido trasportada una de las comentadas caravanas de comercio porque se encuentra localizada a escasos kilómetros del Camino de Santiago francés. Por otro lado, la escultura carece de las marcas de calidad, ya comentadas, propias de las esculturas producidas en el condado de Brabante. La historiografía también apunta a que en Astorga y León se documentan escultores flamencos y nórdicos durante la primera mitad del s. XVI y se dice tímidamente que alguno de ellos pudo haber ejecutado la obra. Otros han querido relacionar la obra con los artistas que trabajaron en el coro catedralicio de Oviedo y con Alejo de Vahía, debido a que la parroquia de Turcia fue durante siglos un enclave de la diócesis ovetense. No obstante el apoyo de referencias documentales hace que toda atribución concreta carezca de fundamento.

16. BIBLIOGRAFÍA

  • RIVERA, J. El Palacio Episcopal de Gaudí y el Museo de los Caminos de Astorga, Valladolid: Museo de los Caminos, 1985.
  • AA. El esplendor de Flandes. Arte de Bruselas, Amberes y Malinas en los s. XV-XVI. Barcelona: Fundación “la Caixa”, 1999.
  • AA. La paz y la Guerra en la época del Tratado de Tordesillas, Madrid: Electa, 1994.
  • AA. Las Edades del Hombre: Encrucijadas, cat. exp., Valladolid: Fundación de las Edades del Hombre, 2000.
  • VV. AA. Las Edades del Hombre: Testigos, cat. exp., Valladolid: Fundación de las Edades del Hombre, 2004.

17. TASACIÓN

En el mercado actual (2016-2020) de esculturas flamencas de finales del s. XV – principios del s. XVI, podemos encontrar remates entorno a los 11.000-14.000 €, una diferencia de precios poco significativa. Cabe destacar que esculturas flamencas de una calidad alta no suelen aparecer en el mercado y cuando lo hacen presentan una alta demanda.

La escultura objeto de estudio comparte una serie de parámetros con los referentes seleccionados que influyen directamente en su valoración económica, como la cronología, la procedencia, el tamaño (1 m aprox.), el estado de conservación (aparentemente) o la calidad de la talla. Sin embargo es evidente que la escultura objeto de estudio presenta una policromía, en gran parte, compuesta por pan de oro y pan de plata, la cual se encuentra en un estado de conservación óptimo (teniendo en cuenta que se trata de una escultura de finales del s. XV- principios del s. XVI y fue restaurada en 2004). Esta característica se potencia teniendo en cuenta que muchas de las tallas flamencas contemporáneas a la estudiada no han sido policromadas o han perdido su policromía por completo (Fig.6 y Fig.7). Además analizando el caso de la escultura subastada en Sotheby’s París (Fig.8) y comparándola con el resto de referentes es la única que ha doblado su valor estimado, alcanzando los valores del resto de referentes aun teniendo un tamaño menor (45 cm), siendo la única que presenta pan de oro en su policromía.

Otro factor a tener en cuenta es que forma parte de la colección del Museo de los Caminos (Astorga, León) y esto, junto con su ya mencionada calidad, ha dado pie a convertirse una pieza muy importante en las exposiciones que ha formado parte, referenciadas con anterioridad.

Por lo tanto, atendiendo a los referentes y a lo expuesto con anterioridad valoraría la pieza en 35.000-40.000 €.

Fig.6. A Flemish oak figure of Saint Roch.
Circa 1530/40.
H. 100 cm.
Precio estimado: 10.000-12.000 €.
Remate: 11.160 €.
Lempertz, 21 mayo 2016.
LOT 1457.

Fig.7. A Flemish oak figure of a holy bishop.
Early 16th Century.
H. 109 cm.
Precio estimado: 10.000-12.000 €.
Remate: 11.160 €.
Lempertz, 16 mayo 2018.
LOT 1174.

Fig.8. Figure de Pèlerin, Flandres, probablement.
XVIe siècle.
H. 45 cm.
Precio estimado: 4.000-6.000 €.
Remate: 13.750 €.
Sotheby’s París, 7 noviembre 2018.
LOT 69.

Fig.9. Saint James. Southern netherlandish or hispano-flemish.
Late 15th Century.
H. 105 cm.
Precio estimado 7.817-11.167 €.
Remate: 11.865 €.
Sotheby’s Londres, 9 julio 2020.
LOT 82.